
El proceso es sencillo; tiza en ristre, solo tienes que dirigirte al baño y plasmar en la pared lo que te apetezca. El límite lo pone tu imaginación (o si te apetece ser grosero quizás el límite lo pongamos nostros por ti). Cada semana recojeremos vuestros mensajes y lo colgaremos aquí: del retrete a la red.
Anímate y cuéntaselo al retrete!